En los últimos años, el uso de la telefonía celular ha incrementado notablemente en toda la población. Sin importar la edad ni la ocupación, todo el mundo esta pendiente de ese aparatito y, en algunos casos, no pueden prescindir de él. Esta herramienta de comunicación tiene grandes beneficios y utilidades pero, por otro lado, puede ser peligrosa cuando hay un mal uso o descuido.
En este sentido, destacamos la solución que provee este pequeño artefacto para poder esta al tato de lo que sucede en nuestra empresa o e los demás espacios sociales. El celular nos brinda la posibilidad de tener al alcance la bandeja de entrada del correo y al mismo tiempo interactuar en las redes sociales por más que esté fuera de la oficina o en otra cuidad. Pero todo lo que tiene de bueno puede volverse contraproducente si lo utilizamos en lugares inapropiados.
Es muy frecuente ver a personas conduciendo auto, moto o bicicleta al mismo tiempo que hacen uso de este artefacto, volviéndose en este contexto un arma letal ya que disminuye significativamente la concentración del usuario y la posibilidad de reacción ante una emergencia.
Está demostrado que la causa más frecuente de accidentes viales en el mundo está relacionada con la utilización del teléfono celular. Según diversos estudios, este factor multiplica por cuatro el riesgo de sufrir accidentes. Mientras se habla por teléfono aunque sea utilizando manos libres, se pierde la capacidad de concentración necesaria para conducir.
Se considera que una persona distraída al volante tiene menos capacidad de actuar por reflejo que una persona en estado de ebriedad, disminuyendo notablemente sus probabilidades de reacción inmediata ante un incidente.
Es importante ser cauteloso y respetar as normas de transito para construir entre todos una sociedad ordenada donde podamos convivir en armonía. Las herramientas de comunicación y dispositivos tecnológicos deben ser utilizados con prudencia en los tiempos y espacios adecuados.
Mitos y verdades
Existen diferentes creencias y posturas fundamentadas científicamente respecto al afecto perjudicial de las radiaciones producidas por el teléfono celular o la posibilidad de alguna reacción física generadas por los campos electromagnéticos que lo componen.
No estamos en condiciones de afirmar que esto sea completamente errónea, pero podemos hacer un aporte desmitificando o explicando la razón de, por ejemplo, la prohibición del uso del teléfono celular a bordo de un avión o en una estación de expendio de combustible.
Si bien existen precedentes de que el uso del celular haya provocado alguna catástrofe aérea, lo cierto es que las ondas pueden provocar pequeñas interferencias de radio con los instrumentos de navegación y orientación de la aeronave. En este sentido, es conveniente apagar el teléfono durante las fases más importantes del vuelo: el despegue y el aterrizaje.
En el caso de las estaciones de combustible, no es real que las ondas electromagnéticas puedan llegar a producir una explosión ya que al menos se necesitarían al menos 6W de potencia para la ignición de una atmosfera explosiva y los teléfonos llegan a irradiar apenas 0,5W. La verdadera razón por la que se prohíben su uso en estos lugares es por las partes consideradas productoras de chispas, como ser el interruptor de encendido, los interruptores del teclado, las conexiones de batería que, en alguna manipulación, podrían provocar combustión por la presencia de gases y vapor en el área. El teléfono puede ser utilizado sin inconvenientes, pero debe tomarse la precaución de no desarmarlo no azotarlo mientras se esté dentro de la zona de carga.
El problema de las baterías explosivas
Cada vez es más frecuento escuchar casos de accidentes por explosión de batería de los teléfonos celulares. Si bien los hechos son reales, es importante tener en cuenta la legitimidad y precedencias de las baterías que se estaban utilizando, en la mayoría de los casos registrados de explosión se detecto el uso de baterías genéricas, que no cumplen con las normas de seguridad. Los fabricantes de telefonía móvil fueron perfeccionando las cuestiones de seguridad en sus productos lo que garantiza que sus baterías ha pasado por rigurosos controles y cuentas con la protección adecuada. A pesar de los recaudos de Seguridad que se tomen, las batearas originales no están exentas de producir explosiones debido del mal uso o por causas de algunos descuidos como ser la exposición prolongada al sol o el recalentamiento del transformador de carga. Sin embargo, aunque existen estas posibilidades, no es algo que ocurra con frecuencia.
Es importante destacar el peligro de explosión al que se expone si utiliza el teléfono móvil en la modalidad de llamada mientras está conectado a red de energía. Esta combinación produce el incremento de la temperatura por la sumatoria del calor habitual que genera el intercambio de ondas electromagnéticas del artefacto, más el poder calorífico que irradia el cuerpo humano en el contacto del artefacto con la zona auditiva, sumando a la carga eléctrica del cable alimentador, provocando un recalentamiento que podría producir una explosión de la batería y ocasionar importantes daños faciales al usuario.
Con todo esto, no queremos hacer apología en contra de esta herramienta de comunicación tan preciada que llegó para quedarse y cada vez trae nuevas soluciones a nuestros problemas. Simplemente les hacemos llegar las recomendaciones y precauciones que se deben tomar para un uso seguro de los teléfonos celulares.