Rescates en Accidentes Extremos

¿Cómo es la vida de un rescatista, cuando intenta salvar vidas, poniendo en juego la suya?
Pedro Cano, Rescatista Internacional avalado por el Colegio Mexicano de Rescatistas A.C., nos cuenta cómo se vive un rescate por dentro, cuáles son las medidas de precaución, cómo se salvaguardan las vidas humanas y todos los factores que entran en jaque en esta carrera va a contra tiempo.

¿Cuándo se considera extremo el rescate?

Cuando hay peligro de la vida humana, tanto del personal que está trabajando en el rescate como las personas que quedaron atrapadas. Es por eso que allí se extreman las precauciones para salvaguardar la integridad físicas de las personas, que ese es el mayor objetivo que tenemos los rescatistas. Por otro lado, también consideramos que es de alto riesgo cuando nos enfrentamos a potenciales derrumbes, nuevas explosiones, quemaduras, asfixia, intoxicación. Redondeando, cada momento en donde corra peligro la vida humana, se trata de un rescate extremo.

¿En qué consiste el éxito de un rescate según su criterio?

Yo creo que la mayor satisfacción de un rescatista es retirar a la persona, de ese lugar, con vida. Ese es el mayor logro, pese a que esta puede llegar a poseer alguna lesión.

Entonces los rescates de alto riesgo, constituyen un peligro inminente para el equipo de rescate, también

Por supuesto. El rescatista siempre está en riesgo. Somos muy conscientes de que nuestras vi- das corren peligro y que estamos expuestos permanentemente. No hay ningún profesional en el tema que desconozca esta realidad. Pero, como solemos decir, nuestra vocación por el rescate se resume en la pasión por la vida humana y la del prójimo. Entonces, más allá de que corre peligro nuestra vida asumimos que todo entrenamiento sistemático y consciente, conduce a tomar cada una de las medidas preventivas en los rescates.

¿En qué tiene que capacitarse un rescatista?

En realidad nuestra tarea es un continuo aprendizaje. Lleva, cantidad, de años el estar verdaderamente capacitado en lo que se refiere a socorrismo. Lógicamente que no solo es un proceso teórico, sino que luego incorporamos la práctica. Ésta consiste en diferentes estrategias de rescate que uno tiene que aplicar: desde un incendio, atrapamiento, una Resucitación Cardio-Pulmonar (RCP), prime- ros auxilios, cómo tratar a las personas con quebraduras (las comunes y aquellas con exposición de hueso), cómo poder colocarlos en una camilla, entre otras cuestiones. Todos esos son los entrenamientos que uno recibe y que colaboran a hacer la diferencia en la lucha contra el tiempo y la urgencia. Además es fundamental que el rescatista adecúe su Equipo de Protección Personal (EPP) de acuerdo a la situación emergente. Y todo eso se logra a base de entrenamiento y capacitaciones.

¿Para concluir, una de los factores primordiales es el psicológico. Este también tiene gran influencia?

Totalmente. Principalmente uno tiene que conocerse a sí mismo, su cuerpo, saber manejarlo y estar siempre preparado para una situación adversa. Es muy importante saber manejar un momento de pánico y trabajar las emociones pese al contexto. Si nos enfrentamos a una persona con su físico dañado completamente, debemos mostrar serenidad y transmitir tranquilidad a ese ser humano. Uno no puede infundirle temor y, a pesar de la situación, en ningún momento demostrarle al individuo que puede perder la vida. Uno de nuestros mayores objetivos es lograr que el rescatado confíe ciegamente en nosotros.

“Un rescatista da todo de sí mismo sin esperar nada a cambio, aunque pierda su vida en el intento.”

 

LIC. PEDRO CANO

 

Especialista en SHyMA y Catástrofes.

Colegio Mexicano de Rescatistas A.C.

Mat. 700917/11
Socio Gerente SES SRL

 

Publicado en la Revista Contra La Corriente N°7

 

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